Terapia Ocupacional En La Rehabilitación De Ictus

La Terapia Ocupacional va ligada a la palabra autonomía. Es una disciplina sociosanitaria, que basa su trabajo en conseguir que la persona con ciertas limitaciones sea lo más autónoma posible en una amplia gama de actividades que forman parte de nuestra vida diaria, como comer, vestirse, asearse, moverse por la comunidad, trabajar, entre otras muchas. Para ello utiliza la ocupación significativa de la persona, y mediante el trabajo conjunto con esta, se lleva a cabo un proceso terapéutico con el objetivo final de conseguir la máxima autonomía posible y calidad de vida en la persona con la que se trabaja. 



En la rehabilitación de personas que han sufrido un Ictus, trabaja un equipo multidisciplinar, del que la figura del Terapeuta Ocupacional es imprescindible. Esta disciplina trabaja para recuperar la funcionalidad perdida en la persona. Cuando una persona sufre un ictus, una de las principales consecuencias es la pérdida de funcionalidad a causa de trastornos motores, sensitivos, perceptivos, etc, que implica en la persona un cambio en sus roles y en el desempeño de actividades de la vida diaria. Desde Terapia Ocupacional se va a identificar los problemas que presenta tras el ictus, los cuales le impiden el desempeño autónomo de sus ocupaciones. Varios estudios han demostrado la eficacia de la rehabilitación ocupacional desde Terapia Ocupacional en ictus, disminuyendo las limitaciones provocadas ya sea en primera instancia reeducando o compensando los déficits ocasionados; y por otro lado asesorando al paciente, familia o cuidadores sobre el manejo de la persona que ha sufrido el ictus, la adaptación necesaria del entorno y la preinscripción, uso y manejo de las ayudas técnicas necesarias. 



Por lo que, el objetivo final desde Terapia Ocupacional en la rehabilitación de ictus, va a ser por un lado capacitar a la persona que ha sufrido un ACV para que pueda volver a desempeñar las Actividades de la Vida Diaria de la forma más autónoma y funcional posible. Y por otro, fomentar una integración óptima del paciente dentro de su entorno físico, social y familiar.

Proceso De Intervención Desde Terapia Ocupacional

El proceso de intervención terapéutica dependerá de la afectación y sintomatología que presente la persona. El Terapeuta Ocupacional usara su experiencia en el análisis de actividades y métodos de adaptación (adaptación de tareas, ayudas técnicas, instrumentos de apoyo, modificación del entorno) para facilitar el desempeño de la persona en actividades necesarias y con significado dentro de un contexto real promoviendo así su independencia funcional. 

El proceso terapéutico se divide en varias fases:

1. Evaluación

Cada persona es única, y por ello es fundamental llevar a cabo una evaluación individualizada de la persona, que nos permitirá identificar los déficits que presenta. Se realizará un perfil ocupacional que recoge los aspectos individuales de la persona que permiten reconocer la situación particular de esta, así como el impacto que supone eta patología, junto con las prioridades y los resultados deseados por la persona. Para elaborar este perfil ocupacional, se lleva a cabo una entrevista, la observación directa de las actividades y un análisis del desempeño ocupacional con el uso de escalas e instrumentos específicos de valoración. Para ello, contamos con herramientas de evaluación específicas de Terapia Ocupacional, como la Batería Lotca, que te permite identificar las habilidades cognitivas y perceptivas que están alteradas.

2. Diagnostico ocupacional y planteamiento de objetivos

Una vez identificados los posibles déficits que presenta la persona. Establecemos un diagnóstico ocupacional, en el cual se refleja los problemas que tiene la persona y cuáles podrían ser las posibles causas. Información que nos permite establecer una serie de objetivos a cumplir, que generalmente son objetivos a corto, medio y largo plazo.

3. Intervención Terapéutica

Basándonos en los objetivos establecidos, diseñaremos una intervención terapéutica que recoja el tipo de actividades que vamos a realizar y la cronología de estas para la consecución de los objetivos propuestos. Para ello es fundamental tener claro tres aspectos fundamentales. Por un lado, cuál es el enfoque de la intervención, que puede ser:
-Rehabilitar habilidades o destrezas afectadas.
-Compensar aquellas habilidades o destrezas que se han perdido.
-Prevenir posibles complicaciones.

Por otro lado, hay que encajar la intervención en un Modelo Teórico, que guie los pasos a seguir en el proceso de rehabilitación. Existen Modelos propios de la disciplina como el Modelo de Ocupación Humana, y modelos compartidos como el Modelo de Control Motor. Se utilizarán dependiendo de cada usuario y sus necesidades para asegurar la atención integral de todos los aspectos y componentes. Y finalmente, se emplearán las técnicas más eficaces en función de las necesidades de cada persona. Dentro de estas técnicas se engloban.
-Terapia Espejo
-Restricción del lado sano.
-Técnicas de Rehabilitación Virtual
-Abordaje de Control Motor según el Enfoque Bobath
-Terapia Observación- acción.

4. Revaluación y ajuste del tratamiento

Una vez llevado a cabo el diseño de intervención, y puesto en práctica, según lo establecido en la cronología, se llevará a cabo una revaluación con el objetivo de determinar si las actividades que se están llevando a cabo son efectivas para la consecución de los objetivos planteados. En el caso de que sí, se continúa con el mismo tratamiento, pero si se detecta que las actividades no están siendo efectivas, se hará un reajuste de la intervención terapéutica.

5. Revaluación Final y Resultados

Es fundamental llevar a cabo una revaluación final para ser consciente de los resultados obtenidos. El resultado final denotará la eficacia del tratamiento rehabilitador con la persona, si se han conseguido los objetivos propuestos al principio del proceso.

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